sábado, 19 de febrero de 2011

DULCE ESPERAR DE TU AMOR

Es necesario gritarlo, gritarlo fuerte,
con una voz de suplica
para que corra a tus oídos
y te haga saber que sigues en mi interior.

Como un latido que no es del corazón
sino de la inspiración que causa estar enamorado,
tan enamorado
para estar perdido si no te encuentro.

En cada calle que transito pensarte,
meditando sobre todo lo que significas
para mí: una pasión, una locura,
un frenesí, lo ideal para el corazón.

Pero es que aun no te tengo y fallezco
en el lecho que construí para llorar,
para llorar el aroma de tu ausencia
para respirar ese aire, el cual dejaste.

Y yo te espero cuando un día oscurece
para que alumbres todo mi cuerpo
y me permitas escribirte, con mi mano,
la mejor poesía que me inspiras.
Pero aun en mi llanto y en mi ilusión
desapareces como un hálito del otoño
y una gota cae al mar como cae
una lágrima del corazón herido
para que un recuerdo y unas palabras
vengan a ser en mi corazón, poesía.

Y estas caminando irradiando luz
y yo te espero con una súplica de amor:
que te fijes en mí, que atiendas mi presencia
que te ofrezco con el corazón, la dicha del amor.

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